Los primeros 10 minutos dejaron claro que no iba a ser un partido cualquiera. Ni España ni Estados Unidos están, como dijo Sergio Scariolo, en modo campeonato. Pero un duelo entre los dos primeros del ranking mundial, difícilmente es un simple amistoso, y éste no lo ha sido.
Aunque los estadounidenses empezaron enchufados (6-11, minuto 3), la Selección respondió con la máxima competitividad. Y un triple de Juancho puso a España por delante por primera vez (18-17, minuto 6). Fueron diez minutos de un duelo extraordinario, el equipo USA imponiendo por momentos su físico, España llevándolo a lo más táctico, pero aceptando también el reto del máximo esfuerzo. Contraataques y, esta vez sí, acierto en triples, fueron los mejores argumentos estadounidenses. Pero una asistencia espectacular a Aldama, que éste aprovechó con un no menos espectacular mate, colocó el 28-26 con que se cerró un primer cuarto de baloncesto de altísimo nivel.
Johnson no quiso esperar mucho para cortar la ventaja española, y firmó dos triples en menos de dos minutos (29-32, minuto 12). Le respondió Rudy, y el marcador se mantuvo en lo ajustado (38-40, minuto 15). La respuesta de Estados Unidos fue siempre inmediata, en contraataque o tiro exterior, con especial protagonismo de Bridges (42-49, minuto 18) a pesar de 6 puntos consecutivos de Brizuela, con triple incluido. Que Estados Unidos no perdonó ningún error, quedó claro en el último minuto del primer tiempo: un mate de Willy que se salió, mate de Edwards; un balón perdido, mate de Reaves, también a toda velocidad. Y al descanso, un 45-55 probablemente excesivo.
Tres balones recuperados, canastón de Willy y triplazo de Abrines para abrir el segundo tiempo, y tiempo muerto de Kerr. Pero España regresó del vestuario a tope de revoluciones y carácter, y en tres minutos clavó un parcial demoledor (56-55, minuto 23) con los 10.850 aficionados en el Martín Carpena en éxtasis. Que fue incluso a más. Con el marcador a favor, los estadounidenses por momentos desconcertados y el ambiente impresionante, un triplazo de Rudy puso el 68-64 (minuto 28). La reacción fue inmediata (69-73), también la de Scariolo. Tras el tiempo muerto, España jugó dos grandes ataques: en el primero, el triple de Juancho se salió prácticamente de dentro; en el segundo, el de Díaz ha entrado: 72-73 a falta de los 10 últimos minutos.
Estados Unidos consiguió llevar a varios ataques españoles al límite de la posesión y lo aprovechó con velocidad y dos triples (79-86, minuto 34, tras uno de Reaves). España aún llegó hasta el 82-86, pero acabó cediendo. Los estadounidenses apretaron al máximo en defensa, la puntería española flaqueó. Fueron apenas tres minutos, pero suficientes para ver el marcador en 84-97 a falta de menos de dos para el final. La victoria quedó un poco lejos, pero el espectáculo, la fiesta en Málaga, fueron inolvidables. Y sobre todo: la Selección volvió a demostrar su altísimo nivel de competitividad.
Fuente e imágenes: FEB.
